Entre los labios el sabor a espera
-y la mañana se hizo más que corta-
ya nada, nada a la mañana importa
si se asoma a mis ojos una fiera.
En el viejo volcán una ladera
mirándose quemada se conforta
y su lava al bajar ya no soporta
el cráter apagado de una hoguera.
y me rendí.......doblándome en la esquina
de un carnaval sin una serpentina
sin el alegre ritmo de tambores.
acompañado estaba y sin embargo
me sentí sólo en un camino largo
sin ver las mariposas ni las flores.